“EN EL FONDO DE UNA COPA DE
VINO”
En el fondo de una copa de vino, que beberá el
poeta entristecido,
Encontrará un barco cargado de poemas, que
navega sobre olas melodiosas, que el viento las arrullará hasta que
hacérselas sentir a la dueña de su amor.
De todas las poesías que escribió, creyendo en un lenguaje sublime de ternura.
Quedaran palabras se dulzura, versos del corazón vencido, herido en un crito.
Hubo rimas conocidas que daba y a entender que yo sería suyo, que ambos sentiríamos el más preciado orgullo al verlo
proclamado. Plasmado en poesía. Hoy que al fin solo quedan están emociones, las
quiero transmitir, sentir su divulgación, que haga realidad frustrada al ser
así impreso. Todo lo que me inspiró mi llanto. Mi cariño, en vano no ha de ser,
pues servirá al amor a otro hombre y a otra mujer.
ROBERTO
PELÁEZ
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Teléfono Público
Alcancía
chismosa confesionario infidente
Aparato indiferente depositario de angustias
De voces graves y
mustias, otros de charla irritante.
Te maltrata el ignorante que ha golpes quiere lograr
Recuperar las monedas de tu vientre intestinal
Te acaricia el novio amante, vocifera el que no escucha
El aparato que espera su mal humor desembucha.
Esta el que raya
tu cuerpo
O el que te quiere robar
Llevándose
la bocina
Por hacer daño
nomas.
Tu destino es ser testigo de ruegos y amenazas,
De la salud de un amigo, o la plata que no alcanza
O el recordarle a un pariente
Que se haga ver por su casa.
Recuerdo como un tranvía
Añoranza
de un pretexto
Para charla entre vecinas.
ROBERTO PELÁEZ
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Algo
se ha roto aquí dentro
Dios
sabe cuánto he querido
Dios
sabe cuánto te amé
Porque
él ha sido testigo
Disfrutando
ese placer.
Algo
se ha roto aquí dentro
Que
cantaba y que reía
Que
me enfrentaba a la vida
Con
tu nombre de mujer.
Algo
se ha roto aquí dentro
Algo
hermoso que era tuyo
Algo
florido en capullo
Que
nació cuando te amé.
Algo
se ha roto aquí dentro
Donde
latía mi amor
Se
adormece en la tristeza
Brotado
de indiferencia
Donde
hubo fuego y pasión.
Algo
se ha muerto aquí dentro
No
lo entierren….. Quémelo!
Que
el viento vuele cenizas
De
lo que fuera mi amor.
Roberto
Peláez
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Cabalgando
penas
Empedrado gris y frio
latiendo en mi corazón
Con tu soledad me hiciste un
muchacho querendón
Barrió viejo del ayer de
serenata y malvón
Yo
sentí estremecer mi alma henchida de emoción.
Son tus nostalgias de fango,
tu vieja luz de almacén
Inspiración de algún tango
que se llego hasta el trocen.
Mis cuitas el bandoneón va
recogiendo a raudales
Aliviando
así los males que estrujan al corazón.
Van cabalgando las penas
en lóbrega procesión
Es tu sangre bandoneón la
que recorre mis venas
Una luna recortada
alumbrando el callejón
Añorando
la cortada que es mi viejo metejón.
Avatares de la vida nos
obligan a penar
Porque aún sangra la herida
de tan triste batallar
Hoy los años han pasado con
febril celeridad
Y de
aquello me ha quedado la canción de mi ciudad.
Roberto Peláez.
Homenaje a Homero Manzi
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Escuelita de mi Barrio
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